CONTEMPLARNOS

En determinada distancia, la contemplación es una vida, observando, sonriendo o quizás te de la risa, pero es ese mismo momento donde las distancias de las caras están sin ser desviadas, a la altura de la misma figura que avala la amistad, segura, la atracción amable, la timidez palpable entre dos, que en posibles abrazos enteros o a pedazos, en medio de aquel retrato, donde las miradas sin importancia, creen en la simple concordancia de una circunstancia, ajena, intuida, deseada, para apagar el frió de la mañana, para sentir el calor de regalarnos, una reafirmación a nuestro lado, un es posible hacer lo que queramos, es posible contemplarnos, sin rozarnos, acariciarnos o besarnos. Contemplar la belleza, el simple movimiento de nuestros labios cuando algún sonido soltamos, cuando el principio de la sonrisa aflora en felicidad divertida, en esa especie de rareza que es emocionar al corazón y al otro yo. Contemplarnos eternamente, con dos dedos de frente, improvisando en lo concurrente, es la fuente del deseo, en el cariño sin apego, en la calidez de nuestros cuentos, palabras, pensamientos y convencimientos. Contemplarnos para conocernos cm a cm, minuto a minuto de un largo tiempo al más corto de los segundos.

ADMITO EL TIEMPO

Pq no me admito, acordarme de ti y no dirigirte unas palabras con sentimientos de amigo, compartiendo estos minutitos con el pensamiento puesto en verdaderas sensaciones, en canciones que hacen armónica la tarde, que entre esas canciones hay muchas bailables, casi todas lentas de amigos intocables, con los roces de nadie, con las miradas de ese alguien que lentamente recorre un parque admirando sus árboles, sus animales y las formas en forma de arte que adquiere la naturaleza que alli se confunde con cabezas, piernas y boquitaspiñoneras, respirando ese aire que puro y limpio hace del tiempo, compañero admirado, de miles de instantes, de acompañarte por las letras de ese ,ya te digo arte de la música a parte, bailando en medio de ese parque, que se me antoja, privado, jamás pisado por algún humano, jamás identificado por falsedad alguna, volado por aves del paraiso, algunos bichitos o mariposas hermosas, ese pedazo de naturaleza que anda en nuestra cabeza y de la cual alimento en este momento, palabras, letras, papel y facetas. Sin recetas, me adentro en la cocina de este otoño impropio, con calor de veranillo, con poesía de invierno, con escasez de flores por ser un paso entre el nuevo frio y el año que sabe a buen vino, a nuevo aunque simplemente sea un puente entre tiempo y tiemp, el tiempo que observable y mirandolo detenidamente desde ese porche llovido por el cielo y mojando hasta los calcetines, humedad indesible, facilidad para ser felices, fresquito de lo imposible, intento siempre decirte amiga mía que la vida nos culmina con ese saber que eres sincera como la primavera que me encanta, me gusta y me llena el alma. Ese alma que en forma de energico espiritu vuela hacía delicadas parcelas, siempre suficientes, siempre con paciencia y siempre con tu querida y estimable presencia.

LA ACCION DEL KAOS

En una idea inmersa en el kaos, donde cada día se inicia el ciclo del pensamiento en los vicios diarios, las costumbres milenarias y algunas ideas de lo más estrafalarias. La economía marca la historia, la intención de las personas radican en la acción de la palabras, los objetos que nos brillan y el buen vivir de muchos o algunos tirillas.
En ese inmenso kaos que es la sociedad del consumo, la del disimulo por chorizos y espantajos, por vender sus pertenecias a la mejor apuesta incluidas evidencias de ser a veces muy políticos, muy acólitos, verbeneros y sin apegos a las pobrezas ajenas, a las enebitables condenas de pueblos en desgracia, de gente con poca idiosincrásia y otros agraciados en mal estado, en pésimo y mal regulado, en inhumano y sempiterno ocaso, dando esa canalla clase de poder establecido, de reglas en el filo y normas que por duras no sé si duran más de lo imposible. Establecidas las reglas con puntos y comas, establecidas las reglas en lo que bebes y comas, establecidas las reglas en los horarios imposibles, en los precios incomprensibles de las bases comestibles, en los impuestos ya superpuestos a lo clásico y dispuesto, a lo ya promulgado por la historia, disecado en la boveda de un tiempo infinito, donde todos bien guardaditos esperan su turno con preciado numerito, sustituto o alguien con vuelo gratuito, para llegar donde el nunca jamás llego bicho alguno, allá donde termina el desierto de las promesas, sueños y pasatiempos, donde termina lo eterno acomodandolo a un mundo sin el verde futuro o algo más duro. Transformarlo es tarea para sabios, que trabajan en el pensamiento, en el trabajo de un mundo nuevo y en las palabras que intercambiamos, día a día, mano con mano.

EL REFLEJO DE MI PROPIO BUDA

En una figura amiga, de mi muy particular Buda donde acontece la amistad entre dos personas que se entienden, comprenden y realzan una identidad que enciende, sin la menor duda, las palabras de una imagen, el reflejo de ese Buda que llevamos dentro y exteriorizas cuando alguien especial está contento, compartiendo, sonrisas de cada día, con la gracia fundida entre miradas divinas, ante esas ligeras tonterías que paran el tiempo y el tono alegre lo hace más llevadero, con a veces carcajadas en ese nuestro teléfono, donde más cerca hablan las palabras y comunicas especialmente algo.
Que belleza cuando el corazón comienza a replicar tristeza y en felicidad trasforma el andar de esta forma, en pensamientos hacia tu presencia, en sueños de amigos por compartir un segundo del resurgir en este mundo, que sentimientos tan profundos se manifiestan, en el resto de mi cuerpo, como una gran fiesta que entre cerveza y cerveza, encuentra una amistad inmensa e ilumina esta llena vida, de amor, calor, honor, admiración, compasión, cariño y sonrisas a espuertas.
Acontece que mirando tu hermosa cara aparece el reflejo suave del verdadero Buda que llevo dentro, quizás en la mente aunque muy real, quizás en el corazón aunque tan total!
Acontece la emoción en tiempo y a montón, en amor del más puro e intenso, el color de un pensamiento con respeto, en los acontecimientos que llevo dentro y me hacen sonreír cada vez que te veo, llevarte dentro para todo el resto del compartido tiempo.