SILENCIO Y RESPETO

Es la mirada que se pierde en la nada que me causa silencio intenso, inmenso y con inventos. En el signo de los sueños, que sueños son en una mentirosa realidad, cuando crees mirar al horizonte de la vida, sin más pensamientos que fascinan a propios y extraños, a los que no te hacen daño, a los que pasan por el cuadro de tu vida sin existencia intrinseca, sin querencias útiles y vivencias púdicas. Que gran silencio el de este pensamiento que inquieto es tremendo, a veces tiemblo, sintiendo, amando, besando y perpetuando, la vida en si, la importancia del yo y su intención, la importancia de las palabras que con notas y mucha agua, te hacen partir hacia el perfil, de un denotado sin fin, que hace crecer la base de tu piel, la mente sobre las mentes y la paciencia de una contienda que con verdades se hacen tiernas, con vanidades estan enfermas y con sutiles movimientos, se realizan al viento, en un bello swing de enorme sentir, de belleza sin fijezas, de claridad sublime y de una sonrisa que en ese futuro que no conlleva un duro, se realza la figura de una esperanza menos dura, para bien de los mortales, para bien de los poetas y los que escriben considerandolo todo, hasta el mismo protocolo, de saber que es un placer, mirar hacia un cartel que en breves palabras te dice; “El Respeto al Silencio” es como es por que asi lo deseamos, lo necesitamos y queremos pensarlo. El Respeto a un silencio de días, de meses y de posibles años, el silencio de unas palabras que ni dicen ni hablan, incluso para no decir nada. El pensamiento silenciado por necesidad de un tiempo, que se me antoja directo, con fundamento y para siempre a un lado, el silencio de un político que en maravillas se alzaba y que en bancarrota nos dejaba, el respeto a los que pagan con sus palabras calladas, con los bolsillos vacios y con las noches de vicio, por lo del sueño y el estropicio. Silencio y Respeto en todos los aspectos menos claro está, en el de nuestros derechos.