OLIENDO A TU PENSAMIENTO

Y miré tímidamente hacia el largo vagón de ese tren que me lleva, a un descanso, relax seguro y sueños que me saben eternos. La mirada alrededor y ese olor que me resulta gracioso, mis labios comienzan esta mi sonrisa, silenciosa para mi, pero acordándome de ti, de ese olor en tus palabras en ese pensamiento que de amistad me has hecho, en la bella expansión de un olor característico, a sal e imágenes en disco, a caliente ambiente en aquel vagón donde tu y yo saboreamos en todos sus lados la fusión de ambos, concentrados, muy críticos con los enemigos y admirando a los amigos, actrices y actores cada uno con sus encantos, sus pesares y movimientos de tanto en tanto, pasando una tras otras los olores, los dulces y las sales de flores, “palomitas” en cajitas, platos o bandejitas, crujientes en tu mente, de sabor en tus entreabiertos labios, de donde una te arranco, así rozando la miel que entiendo posee mi piel, la que mi mente comprende que es un tren de gente, con tu olor con el pensamiento a disposición de los dos, ese olor uuuummm, sabor, sin “palomitas”.

INTERESANTE Y DULCE AMISTAD

Lo más interesante, comprensible y nada pretendiente, la relación de quizás dos o más imposibles, la agradable visión de un deseo palpable, a los cuatro vientos de ese desierto entre personas de compatibles anexos, de sensibles ante el sexo, de músicas que se expanden por alarde de un día agradable, cualquiera, con hambre, con tardes y de pensamientos semblantes. La dulce amistad que existe, entre la distancia de un suspiro, que hace del Tiempo, un templo de cordiales sueños, de agradables tonos y de palabras que enriquecidas con las miradas, yacen en las sonrisas, quizás algunas poesías, sin palabras vacías, exigiendo lo tangible, lo palpable, a quien acariciamos indudable y un sin fin de posibles, con sincera amistad, en ese portal de dos personas con tiempo estimable, para siempre entre algodones, telas de colores y esos suaves calores que de excitaciones tienen, el deseo de saber, como eres otra vez, más allá de un tiempo emblemático y consciente, cada día más cerca de tu cuerpo y tu mente. Siempre la amistad valorada como se merece, enaltece los caminos, nuestros pasos ya cruzados y las miradas, tímidas por ambos lados, sin intenciones canto, pero si con el tanto de ser lo que existe entre dos vidas que insisten en seguir un camino de bellos senderos e iguales sueños.