Las palabras pueden ser hermosas y además pueden ser acompañadas de la emoción que se siente al estar motivado para alcanzar algún sueño, pero siempre al terminar una etapa de tu vida, -cualquiera que esta sea-, lo que cuenta es el resultado final.
Dice un dicho y dice bien, que "Tus hechos hablan tan alto, que no se pueden escuchar tus palabras", esto no es más que la confirmación de lo escrito líneas arriba. En la vida real, una persona es etiquetada por sus logros; por lo que hace; por lo que concreta; por lo que materializa, pero nunca por lo que intenta, desea, quiere y trata de sacar adelante. Aquellas palabras que convencen sin razón aparente pero con profunda capacidad de llegar a los demás, de medir y remitir el sentimiento de un sueño, convertirlo en parámetro del resto de una vida que aunque sencilla, con meta complicada y austera, fría y muralla de carga, trata de que sea lo mismo sin sopesarla, sin catapultarla y siempre llenarla de palabras equilibradas junto a hechos que quedan maltrechos, por las circunstancias, por las no tolerancias y las antiguas ansias, que psicológicamente pensaban y no ponían en práctica. Tantas palabras pasan por la cara que asimilarlas es un verdadero arte, que transformarlas es un caso aparte, que acompañarlas es toda una vida pensante, se hace como se puede, se vive como se llega y se materializan los hechos cuando te dejan, te sonríen, te saludan, te besan, te aman, te hacen temblar, te cuelgas de una rama o acaricias con palabras cualquier vida tantra, manta o espiritualmente acabada. Para tantas palabras, tantas vidas ordenadas, para tanto escrito una sonrisa, quizás la de un niño, para tanto tiempo pasado, la felicidad siempre a uno u otro lado, para tanto tiempo futuro la incertidumbre, lo interesante, las preguntas, el bogavante y algo muy sutil, miel en los labios, bocadillos de jamón serrano y el agua muy fresca que con ella nos damos esa necesaria limpieza, por dentro y por fuera, por los pies y la cabeza pero con los hechos que deseamos bien atentos y predispuestos, le verdad solo hay una y a este blog me lo encontré en la calle. Lo que BUDA nos da el tiempo nos lo dirá, los que BUDA nos quita, que sea solo palabras, por que aquí quedan escritas.
ADIOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS A ESTE BLOG…………….
Dice un dicho y dice bien, que "Tus hechos hablan tan alto, que no se pueden escuchar tus palabras", esto no es más que la confirmación de lo escrito líneas arriba. En la vida real, una persona es etiquetada por sus logros; por lo que hace; por lo que concreta; por lo que materializa, pero nunca por lo que intenta, desea, quiere y trata de sacar adelante. Aquellas palabras que convencen sin razón aparente pero con profunda capacidad de llegar a los demás, de medir y remitir el sentimiento de un sueño, convertirlo en parámetro del resto de una vida que aunque sencilla, con meta complicada y austera, fría y muralla de carga, trata de que sea lo mismo sin sopesarla, sin catapultarla y siempre llenarla de palabras equilibradas junto a hechos que quedan maltrechos, por las circunstancias, por las no tolerancias y las antiguas ansias, que psicológicamente pensaban y no ponían en práctica. Tantas palabras pasan por la cara que asimilarlas es un verdadero arte, que transformarlas es un caso aparte, que acompañarlas es toda una vida pensante, se hace como se puede, se vive como se llega y se materializan los hechos cuando te dejan, te sonríen, te saludan, te besan, te aman, te hacen temblar, te cuelgas de una rama o acaricias con palabras cualquier vida tantra, manta o espiritualmente acabada. Para tantas palabras, tantas vidas ordenadas, para tanto escrito una sonrisa, quizás la de un niño, para tanto tiempo pasado, la felicidad siempre a uno u otro lado, para tanto tiempo futuro la incertidumbre, lo interesante, las preguntas, el bogavante y algo muy sutil, miel en los labios, bocadillos de jamón serrano y el agua muy fresca que con ella nos damos esa necesaria limpieza, por dentro y por fuera, por los pies y la cabeza pero con los hechos que deseamos bien atentos y predispuestos, le verdad solo hay una y a este blog me lo encontré en la calle. Lo que BUDA nos da el tiempo nos lo dirá, los que BUDA nos quita, que sea solo palabras, por que aquí quedan escritas.
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