miércoles, noviembre 05, 2008

HEI! MARX HEI! BAK.




Apenas cruzaron un saludo, sostenible por lo gutural, consistente por lo ideal y persistente por la Internacional, sus miradas de puras bofetadas, la transformaron en palabras revolucionarias, con toda lo social de la intimidad, no consolidada amistad y el nuevo y revolucionario anarco-socialismo, que pretendían en cientos de eufemismos, uno con pinta de ingenuo por ser inquieto, de acción directo y señor de los concreto. Y otro por ser el padre de la lucha de clases, del Manifiesto comunista y la sensible relación del obrero y el altruista, la pasión por la economía de clases y los movimientos de los obreros que en ese cancionero de miles de pasos, de golpes de brazos y de discursos sin descanso, llegan entre ellos, lo ponen sobre el obrero, manifiestan su entusiasmo por las diferentes continentes y hacen de la economía capitalista, una simple lista de hechos consumados, para luchar con las manos, para protestar por la falta de consenso por los cientos de muertos que quedan por los caminos, por ser sinceros, por ideales enteros y por creer en la justicia, de que lo injusto será castigado y lo que hemos logrado, no se pierda en tanto pensamiento de mierda, tanta burrocracia austera, inservible y pendenciera, tantas esperas para tener un casual y sincera vez, de poder hacer, lo que tus ideas te reservan en la acción pertinente, en la ocasión ingente de revindicar derechos sociales, libertades por iguales y una serie de pretensiones que por innumerables razones, es necesario pedirlas, razonarlas y por prácticas, adoptarlas a nuestras necesidades básicas. Terminaron el discurso, entre los dos no hubo rumbo y tomaron los medios que cada uno creyeron verdaderos, para seguir más tarde el juego, de nuestros derechos como obreros, nuestras necesidades personales y lo que en nuestras sociedades hablamos sin discursos memorables, libertad, sociedad y revindicad, lo nuestro!.

lunes, noviembre 03, 2008

REPRESENTANDO EL TEATRO

Del dicho al hecho, hay siempre ese trecho, que delicadamente traspasamos y nos realizamos como personas, no importa el tiempo pasado, no importa lo imposible de un futuro que viene largo, si no los hechos que sin remedio tenemos que realizar por ser muy personal, inmediato y necesario. Me refiero a representar a parte de este mundo, los que verdaderamente revindican un sitio en el trabajo, digno y reservado, discreto y precario, pero con la dignidad de una vida a alcanzar, retomar y realizar, representar a los currantes, representar a los grupos menores y pateados con honores, representar a todo el que se deja llamar y con ello hablar de un sistema que pieza a pieza tiende a la leva, a cortar cabezas y no decir por donde empieza, la normal siembra de los derechos que por los propios, se hacen inhóspitos, inalcanzables al fin e inexpugnables en su fin, con objetivos ya marcados por los años de cabizbajos, de tragando y que nos van dando, por los años regalados por mal pagados, por ser el circulo viciado de la vida, que necesita, gastos, citas y guiíta, un poco más de guiíta, pero para ello estamos para representar las masas al final, los grupos y grupúsculos en total que sin mover el dedo, ni pegar el sello, de la ayuda en ese intento, de reclamar los caminos como mejor establecidos, de restaurar los estatutos con reglas de lo absurdo, impoluto y salvando los compañeros que lucharon en el agujero, con las reglas pasadas por una nueva ornada, de decadencia patriarca, de personajes con cara muy de rata(conejo) que hacen de un libro viejo, un simple fleco, de palabras trituradas por máquinas inanimadas, por intereses con creces y premios de años indirectos, donde golpeando con el dedo, se han hecho hueco, en el portal de ese Belén particular, donde existe la vaca, el burro, la virgen, san José y ese niño que nació en otro siglo y siempre se llamará peligro. Me olvidaba del ángel anunciador, que aparte es el posible artífice, del lío, del pesebre andante y de que los pastores, sin saber como están, quietos, alucinados y sin remedio, mirando al cielo, a ver si les cae, la lluvia limpiadora, para llenarles la cantimplora, por si el verano apronta, lo que ya no queda, lo que ya no mengua y lo que ya en forma de panal, se hacen las abejas, miel de la buena, sin adulterar apenas y con cierto color a dulce mal y quitapenas de cañaveral.

domingo, noviembre 02, 2008

EL TERCER GRADO

A veces me pregunto, por este asunto que me tiene desconcertado y no sé ya lo que hay detrás de la mano, a veces me ilusiona, que el mundo y su gente vea la felicidad como una forma de amar, necesitar, ayudar y echar de menos, a veces lo complejo, otras ese abrazo que nadie aplica, a la sonrisa del día, al saludo más profundo, el que te saca de este mundo y transporta tus sueños, en carros de caballos, blancos, negros y grísea dos.
A veces despistado, me atraganto con mis labios, la palabra ni me sale, sin embrago, puedo decir, TE AMO. En palabras banales, en significados de recelo por los actos que no tengo, ni poseo, ni tan siquiera quiero, me aplican y replican el grado tercero, de un sinfín de momentos, que no tiene fin y si muchos tormentos. Quizás sea mi fin, en la vida morir, sin llegar a pensar en nada, quizás sea un principio de todo lo dicho, pero en otro camino y eligiendo otros objetivos, por que si el camino claro, el animal más sano, la clara receta de la felicidad inquieta, la ilusión que día a día, se hace papilla, el desencanto domina y la desconfianza se afianza, ha llegado el momento de decir basta, de ser entusiastas y pedir a la vida que me deje como estaba, que reconozca mi perfil de persona servil, me llene de trabajos e inquietudes mil y sin pensar en el más allá del camino hacia ti, sea cual fuere el lugar y el destino, y los caminos recorridos, yo también desconfío, de este mundo donde las personas que más te importan, no todas, te hacen de tu cara, la sospecha por enseñarla, de tus palabras un cuento, por inquieto y sincero, de tu mente algo latente, donde el corazón nunca se equivoca aunque siga las palabras rotas, de tu amistad nada queda por tener la sospecha, de aplicarme la condena de mentiras y no se que apetencias. Como me dijo un amigo, cuando mueras te enterrare en la raíz de un abeto, por que es el árbol más longevo y las piñas en forma de huevo, donde tu nombre perdurará, por los años que vendrán hasta que el abeto fuerte y vigoroso, sea talado por las banales palabras de cualquier guitarra, que canción en mano y de sus propios labios, diga este abeto lo quiero por parecer alto y sincero.

ECHARTE DE MENOS

No sé si el tiempo, mi tiempo, tu tiempo, será entero, un simple relleno o quizás pasa y pasa para que nuestras cartas, escritas con iguales palabras, escritas con sinceras erratas, sepan que echarte de menos se me hace eterno, no creo que conozca la verdad, de una simple libertad, de querer amar, lo que representa, la imagen de una ausencia, en la presencia de los sueños primeros, segundos o terceros, en tiempos de cansancios, de vida sin ser especulativa y de viajes que breves se me hacen, suponiendo que lleguen, me realcen, en mi persona vuestra imagen, la tuya tan cerca, la mía recorriéndote y amándote, para más tarde en ese fugaz encuentro, de sonrisas y dímelo luego, espero y esperamos, salir de este día largo para encontrar en los siguientes y los demás, la causa verdadera, del breve e intenso beso y la tímida caricia con la mirada, que en ese trocito de tiempo me hace sentir atento, a los breves paseos, los caminos opuestos y la cantidad de minutos contigo que en es solo un prodigio, del amor y de todo ese confesable cariño. Echarte de menos es vaciar mis pensamientos, en todos nuestros momentos y saber que como la noche llega, la luz de la mañana y los que acarician con amor, los segundos y los minutos a tiempo y en todo ese tiempo, que aprovechando llevo y en sinceras palabras, espero, que me lleve hasta ese nuestro solete, con sonrisas, a toda prisa y con feliz membrete. Solete!