SENCILLO HOMENAJE A MIGUEL HERNANDEZ

Para la libertad sangro, lucho, pervivo.Para la libertad, mis ojos y mis manos,como un árbol caudal, generoso y cautivo,doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazonesque arenas en mi pecho; dan espuma mis venasy entro en los hospitales, y entro en los algodonescomo en las azucenas.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcanella pondrá dos piedras de futura miraday hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcanen la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoñoreliquias de mi cuerpo que pierdo en cada heridaPorque soy como el árbol talado, que retoño:porque aún tengo la vida.

TIMOTI, ESCRITOS INDEPENDIENTES

Perfeccionando el ego, del after entrego, el pensamiento en lo blanco como sin manchas hablando, volando y palomas a los lados, agrupados en figuras hacen las mesuras, faciles, las comisuras debiles y las suaves elices. Volando enredo , los caminos por cientos, revuelo y manchego, la centenaria cultura de las plumas más agudas, de los letrados poetas que miran siempre hacer de sus letras, un paraiso particular, abstracto, ampliado y de extensión peninsular, escribir como garfios, con caligrafias menudas, cuidadas y nada perturbadas, reflejar el sustento de la letra pequeña, en contratos obsoletos, con pinturas y simbolos un tanto discretos. Rellenar los recuadros que siempre temen atarnos, con los colores más bastos, con las lineas más finas de centinelas y vigias, de corrigendas y cartillas, de a lo mejor tengo prisa, y no llego a esa via de reprochar concisa, la lista optimista, de mi que hacer purista. Borrar las primeras misivas, de boligrafos gastados, lapices atados en varios colores, en según que temores, asistiendo, inundando y catalogando, que puestos en la mano, se mueven todo a lo largo, del papel más que basto, de la hoja primitiva y de lo que mi asentamiento siempre pilla, la envidia de mi pensamiento cuando olvido mis sueños, sin poder dejar ese reflejo, en los libros y en los tiempos.

MENSAJE AL 177

Más allá de todas las batallas, realizadas en cualquier edad, media, avanzada y moderna con cruzada, nunca más lejos de mi cara y mis labios, se encuentra tus palabras asociadas, al tiempo de un día, al tiempo de un esperado rato o simplemente a las reuniones de todos los simplones, que vara de mando en mano, hacen de la constelación de estrellas un simple retrato de la cara oculta, de la luna más culta, la que sonríe por saber que ilumina, la mitad de las vidas del mundo real, la otra mitad de la gran sociedad que atreviéndose a un poco más, simplemente darán ese paso hacia su cadalso, hacia el ocaso de lo antiguo más barato, hacia lo que de realidad les da, les abona con creces y en gratitud y sonrojeces, le brinda con sus charlas matutinas, con su saber responsable y sus aprender de todo, en ese fondo de corazón tierno, de amor primero siempre con un delante TE QUIERO, con elegido para la gloria muy particular, muy singular por su mirada que la intuyo atenta y suculenta, por sus tonalidades en voces y caricias corporales, por la sonrisa de tímida amiga y consciente e intuitiva, por equivocarse en mis excusas cuando son palabras simples y nada confusas, cuando el amor fluye por una simple blusa que en su hermoso cuerpo, describo aciertos, en mis caricias y en todos mis pensamientos, en mis sueños y en lo que siempre siento, la caricia de esa brisa que se prodiga, en las suaves palabras y en cariñosas misivas, en forma de 177 y todos las variantes, hasta llegar al sistema de mensajes, provistos de un beso con instinto y amor tranquilo, que poco a poco realza lo que me alcanza, su voz de uuuummm indudable melaza, para untar mis labios siempre con sus bellas palabras.

RELIGIONES FICTICIAS

Hablando de religiones fingidas, las de toda la vida y para siempre, las que al principio te obligan, las que a mitad se pierden y más tarde sabes que ofenden, la integridad personal, la paridad al hablar y los que siempre quieren tratar de hacerte ver, la sombra de una imagen, con poder de ensamblaje entre chorizos y políticos, por el poder económico, de incrementar el patrimonio, de uno o varios socios, entre alucinados y maltratados, por la mente castigados, por la muerte muy asustados y por la excusa de tener alguien por encima que castiga, que se apiada y si le da la gana hace de la naturalez, su particular arma ciega, para castigar a los que se portan mal, a los que pecan en cualquier rinconteca, a los que por designios del altisimo, no quieren seguir con beneficio, las dictaduras religiosas, las enseñazas de los prodigios, los libros con palabras sin tiovivo, las tablas de multiplicar, las luces con los peces y los conocimientos con las mieses, la descriminación de un valor que individualmente nos hace gente, que con el simple estar de una bondad, capacidad y sociedad, tenemos el problema más que total, que tratando de aglomerarnos como bancos de borregos, peces con pelos y grupos homogeneos, con sombrero o cocotero, de las mil distancias, de las casas anchas y de los cubiculos para guitarra, la vida nos da, atalayas, pulpitos y columpios, y columpiarse es lo habitual, de saber que estamos para lo que estamos y decimos las palabras que consentimos, de nuestro propio racimo, de uvas bien echas aunque pasas a veces, pero de buena tierra donde crece, de buenas intenciones donde parece que: Bienintencionado el que piensa de bueno lo malo, el que llega sin tener donde ir y todo aquel que desarrolla buena voluntad pero sin ser una joya, hace de sus palabras y hechos, lo más sutil y normal, lo que simplemente le apasiona y desarrolla, para pasar esa pelota, que no da la nota pero si posee música y voluntad como el instrumento sin edad, que es necesario para cualquier ser humano, que siempre tiende la mano y quiere encontrar la verdad, de porque estamos y donde vamos, aunque sea muy cercano.

RECONOCERNOS AL CONOCIMIENTO

Conocernos y mirarnos, por la calle, en los transportes, en las interinables colas de los mercados, taquillas y para comprar una sombrilla, nos conocemos poco aunque nos veamos mucho, aunque estemos con la visión en conecto, aunque el conocimiento y los conocedores no nos faciliten los primeros quites, los escondites de las tímidas impresiones, lo que facilite las últimas sensaciones, lo que lleve en una idea breve a saber de ustedes, vosotros y tu mismo, donde las personalides se reparten por canalidades, tonalidades y asuntos personales, donde el reconocimiento del propio movimiento, está en enfriamiento, por la educación adquirida, la batalla de la vida y las imagenes fingidas, las imaginativas de tu propia recogida, en las interpretaciones, en las miseras condiciones, en las absurdas emociones que no contienen aliciente, que poseen la insolidez, inconsistencia y no clarividencia, de saber que es quien, conocer al vecino de costado, al particular ruidoso remilgado, al timido con cara de niñi y a todas las cantoras de los gritos pelados, por tantos pasos, espaldarazos y camuflajes contados. Que desconocimiento del conocimiento para rehacer los atrevimientos, las personalidades a cientos y los comportamientos, que aunque un tanto esquizofrenicos, son muy sinceros, por no saber que es primero, el egoismo puñetero, la solitaria pasionaria o el que vuela entre las ramas, dando sensación de reconocimiento, de parar los acontecimientos y llegar al mundo mediante discurso profundo, sin conocernos, sis resolvernos y dejando sueltos los cabos no atados, por el desenganyo, el descontento y los tremendos acontecimientos.