Es una afortunada realidad, que cuando la imaginación vuela, experimenta una sensación y hace un pequeño universo de todo un momento de vida, ese momento confirme tus expectativas, las superen por sorprendentes y las lleves en tu mente, como una sonrisa que contagia la vida, feliz como las mejores sensaciones y por fin y ya tocaba, los besos, se hacen verdades, en increíbles sensaciones, en breves pero intensos segundos, en ese momento, de sitios profundos, en ese instante de mirarte y cruzar nuestras miradas, que bien le iría a la vida que los besos que andan entre amigos, fuesen de intensos como esos, de entender la vida como viene y ser como somos por las realidades comunes. Siendo muy real el pensamiento que con este inicio de placeres diversos, de intentos de saber que existes, de alcanzar dos corazones felices e incrementas las sensaciones, en profundas y frecuentes emociones, en tener por imagen, tu imagen divina, que me dice todo, que me hace andar hacía la oscuridad con la luz de tus besos, me hace pasear por la vida, con mi actitud positiva, de sentir la música en todas las esquinas, con guitarras sin cuerdas, con pianos sin teclas y con el sonido de tus besos y suspiros por canción en las noches bellas. Hablando de lo real en tu pensamiento, reconoces mis besos, yo te siento muy dentro y hacer lo que hacemos, revindica nuestro derecho, a ser como queremos ser, sin acariciarnos más allá de nuestras manos y sin besarnos más allá de lo que cada uno amamos. La vida, la autoestima, la sabiduría reflexiva y el amor que como palabra es “bonita” pero como sensación y sentimiento es mucho mejor. JJ
