"EL PRIMER BESO DEL AÑO"

Es verdad que a veces la realidad, imaginando más allá de nuestros límites personales, pensamientos y otras verdades, supera las perspectivas que en un tiempo hacemos hacía un futuro, digamos de algunos minutos. Y en tiempo, mi cuerpo y mi mente se ve rodeado de gente, personas todas ellas conocidas por fotografía, algunas sonrisas que ya llevaban prisa y los que más, ofreciéndome su amistad, para así quizás sentir, el baile amable de una noche venerable, la juerga que prometía y después se confirmaría y las miradas que algunas perdidas en aquella sala, música antigua, cambiable para mejorar los contenidos y estancia estable, para saborear, lo que después también vino. Al comenzar este nuevo año, estaba bien rodeado, de casi cientos, no llegaban a doscientos y entre ellos, ruidos tremendos, la música a tope, bien pq no es un pasodoble, si que entraba suave, tanto como el Jack Daniels, que en mi mano se mecía, sorteando, culitos y barrigas, cinturas con ritmo y pasos que pisaban, adornaban y el suelo de corte, cobrizo y resbalante, lo llenaban. Un cambio de música, de una lentitud bestial, entre lo lento y lo uuuummm contento, una mano me acaricia suave, unos labios comiéndome el Jack Daniels, encontrando mis labios y saboreando aquel momento como el último del año y el primero del año nuevo. Seguir bailando, suave, consciente en cada instante y no se si había trompetas o la orquesta era de pega, pero el ambiente era evidente, de juerga y toda entera. A ese beso siguieron otros, abrazos y algunas lágrimas, creo que de alegría por que el momento lo requería, por que la fiesta era para todo el día y pq un primer beso, o se besa o se acaricia, pero sentirlo siempre se queda. Sin ser amigo de los refranes: “ QUIÉN BESANDO AL AMOR COMIENZA EL AÑO, BESANDO CON AMOR TERMINA, TODOS LOS DÍAS”