jueves, octubre 23, 2008

EL ODIO SIN IGUAL

Siempre he creido que el odio no existia, asi como la invidia y las máximas fantasias, pero ete aquí que si existe, y a más es un odio que daña el corazón, la mente y todo lo básicamente piensa la gente. Existe el odio de cara amarilla, de la mafia establecida, con parámetros en los altos, con segundos, un tanto acobardados y sin animos de dar un buen rato, el amigo del amigo que llora para ser un buen testigo, el amigo que intercede por diversos intereses y así se hace un puesto de seguimiento opuesto, a esos ideales, a los ya fraternales y a Don Vito y todos los alrededores, visitadores y males menores, que se acabaran cuando ese odio incomprensible, finalice en comprensible y felices, el cargo organice y tengamos la fiesta del mundo con un submundo establecido, con poderes un tanto podridos y alcantarillas con prodigo; por otra parte existe el odio antes y después del pensar en, el odio también fraternal, que sustituye el amar, el querer verte en ese mapa inerte, en ese país de nunca jamás, en la que el pueblo se mueve, en parejas establece y queriendo que quieres a alguien que ahí tienes, odias hasta las pestañas que siguen esperando, el extraño momento de ser un sentimiento, blanco unos días, rojos los pocos y gris en el odio más sincero, certero y con esmero. Es verdad que de querer a odiar ahí un paso sutil que cuando los hechos están un poco estrechos, se hace evidente y maltrecho, las palabras en catalejo y sinceramente, odiar que te odien, es lo más vacío, horrible e incluso que te ignoren in persone. El daño irreparable que en tu mente se realce, en tu vida ya tocada y retocada, por sinceras estocadas que del propio sentimiento, salen de muy dentro, que el odio llegue, perdure y se establece, que todo lo que se dice, es la mentira que culmina, en lo que se olvida y no ilusiona, ni ilumina. El odio que hace pobre el dulce caramelo, transformándolo, en ácido pomelo, de sin sabor y con poco color, lo más dulce que queda en algo que pega, que no empalaga y si apaga, la felicidad momentánea, la ilusión ya extraña y el camino más corto hasta estar sinceramente muy roto de la desconfianza y tantas palabras.

No hay comentarios: