UN PERRO SIN DUEÑO

El perro va, olisquea y admira como su dueño, el que tira de la correa de diseño, hace un buen marcaje del próximo anclaje donde su mejor amigo, el del ligero ocico, tiene que perder el hilo de su producto alimenticio, de lo que ha comido y le han pretendido, el perro el buen canino de siempre amigos que a su altura le enseñan los colmillos, que a veces vive muy cagadito por que en este mundo hay muchos más perros, abusaenanos como dice mi hijo, abusatodo como dice mi amigo, eso digo cagadito y tirando, tirando se va alejando de la gran correa que hasta no se donde llega, que por ser una perra me olisquean las entrepiernas y por ser quien soy no sé ni donde voy, que vida más perra la del pequeño y su tierra, que escarbando va y cabando está, hueso en la boca sentencia y a veces se equivoca de agujero sin paciencia, ladra y ladra sin parar, el dueño le pega a veces tambien sin parar, sin comprender que es un perro o un simple animal, con sentimientos, grandes lamentos y ganas de mear. Juega amigo que tu viejo amigo ya es feliz por estar en un jardin, con su propia tierra, sus propias piedras y las flores que son coliflores aunque con tanto remover ese pedazo de sitio, me he hecho un escondrjo donde ante iba a plantar un pino. Mil guaus para decirle a mi dueño, que soy pequeño, delicado y con los años ya pasados, mil guaus que enloquecen al que prevalece, el palo y las sandeces, mil guaus para del bonito perro que tengo y que solo hace que aullar y dormirse, millones de dueños y me ha tenido que tocar el más concreto, ni me da de comer, ni me limpia y ni tan solo me hace que baje a la calle a conocer olimpia, que debe ser una esquina que todos visitan pero no hay manera de que me saquen fuera. Guau que sueño tengo, vivir sin correas, sin paredes y sin dueño.