REVERSOS HUMANOS

Berberechos asesinos, cohechos vespertinos y estudiantes de derecho con vía libre, ideas y futuro con un buen trecho, con la piel en las teorías, la visión en algun despacho coquetón y su mayoría con las grandes minorías de ascendentes de los bajos pendientes, de currantes de los trasfondos no parlantes y sus derechos casi siempre violantes, intrigantes y en posición de ser grande, ande o no ande con su propio entrante de certeros, resueltos y resoluciones individuales para que en el futuro salve el culo todo el que pueda, la pata no meta y los puros no vuelan en dirección inapropiada para la conspiración sana del cuerpo y lo resuelto, de las masas que no atan lo ganado, lo perdido y la voz de un niño, que unido al vaticinio se hace cuesta de diez por ciento, montaña de arrepentimiento y empuje de voluntad, de capacidad y de toda la humanidad en pensamiento, obra y acción, como colofón a la revolución ante el señor de la guerra, de la tierra y de los que explotan como siempre se nota a los demás, al negro capital y a las sobras en bellas escobas de mango de oro, de pelos de oca y funcionando como dice como una loca. Los derechos compartidos por que todos somos hijos, de lo humano, del amor que siente un hermano y de la madre amante del pequeño talante que con el tiempo grande vuelve, se entiende y de aliento, el empuje, el seduce y la lluvia en invierno que limpia con su consigna, la pica, la prisa y toda la conciencia de una supervivencia que tiene esa tendencia a ser, dura, atractiva y subversiva, la fe de la acción siempre pasa por la revolución en los derechos humanos, de la atención a los que tienden la mano y del ser compasivo, efectivo y valioso, a los ojos del patíbulo que cada día nos toca vivir, sonreír y discernir.