MIS PALABRAS CON BUDA PART: 2

Y hablamos de la esencia, complacencia y menudencias, del ser persona, consciente y pendiente de lo ajeno en uno mismo, del interior y el pensamiento en el vacío y la historia de la mente y el cuerpo, caminando juntos a través de la vida, de los escasos hechos que prodigas, la esencia de tu ser, tu mente y tu haber, de lo que no hay que hacer cuando el pensamiento te traiciona, en el odio, la ira y la mentira, de lo justo de ser como eres, con verdades, banalidades y palabras gestuales, miradas complacientes, sonrisas con todos los dientes y hay que ser consecuentes, con los hechos, con los pasos y con los pequeños, con el apoyo de un instante, con no tirar el guante, a cada paso, portazo o volantazo, de herir las sensibilidades, ofender las facultades y aprender a seguir tus reflexiones con tiempo, sin sueños y muy personales, llenar el corazón de amor y comunicarlo a tu interior, el suyo, el de él, hoy o ayer, mañana o el siguiente mes, pero saber trasladar, transportar y canalizar, la fuerza en tu esencia, inteligencia y supuesto valor que está en tu interior, en tu cabeza y en toda la gente que sigue adelante con dificultades, sin pasar por el aro, el paro, la estafa de la mafia, el sueldo en negro y los billetes del mismo color que el culo de un mono, pequeño.
En fin menudencias de la conciencia, que desesperada, aturdida y enrojecida, sienten la vergüenza de aceptar la vida como un pasar el rato, hacernos un retrato, boquiabierto estaba el gato y saltando de alegría en cualquier calle fría. Buda no pensó en el pensamiento pleno, en el vacío lleno ni en el egoísmo como conciencia, solo dijo dos y tan sencillo que se nos fue la importancia de un deseo inútil y eterno, de una hora en de segundos lleno y de comerte el pan de un día y dejar algo tierno, un trozo, un poco o todo si no estas loco, llenar nuestra mente vacía, es la esencia de la gente contenta, feliz y según dicen inteligente. Si un día probamos que existe la inteligencia, la belleza y la conciencia nos daremos cuenta que somos inteligentes, prepotentes, feos y terriblemente añejos, antiguos de pensamiento y modernos de aturdimiento, la esencia de la vida, el movimiento y la fatiga, es la música, el baile y la comida, lo que no tiene sentido, el dinero, la farfolla y la moda, lo que está pasadito, el cuentito, el capullito y la gramola, desear es querer que no deseo el ayer pero si el ahora.