EL DESPERTAR DEL AGUACATE

Consternado por mi regalo, lo agarro con dos manos y sonrio a tus/sus sonrisas, me encantan por sinceros, placenteros, dicharacheros y nada contempleros, abundantes, generosos, hermosos y veementes, amigos de amigos cientos, muchos más con el tiempo, crecen y se hacen como personas al viento, lo darán todo y lo que no tienen, hablarán, sentirán y perdonarán al que viene. Abiertos y suculentos, con un buen aceite y varios recipientes, gustosos, sabrosos y nada pegajosos, en trocitos y en cuadretes, en botellas de tinto o muy claretes, en palabras que sienten o acciones a montones, en temas de uno a otro extremo, en salidas de arroz muy bueno, estan por que tienen algo especial, juntos, para lo uno, separados imposible, unirlos es temible, pero tiembla mundo por que si estan juntos, confianza y tolerancia tienen como culto, objetivos los comunes, el bien, el zen, el café y a lo mejor los churros, pero tomaran desiciones sin guacamole, siendo muy nobles y enormes, como personas, representantes y sindicantes, como amigos los más contigo, como alucinantes sin ser de antes, como estudiantes los aplicados y como compañeros los que quiero. Gracias por el Aguacate, los momentos del futuro y el actual presente, los de reir, pararse y pensar en ese despertar de una era, que ya lo es y tiene parte, lo de si o no en la nevera a parte, junto a mi cerveza, batido de fresa y galletas francesas, coloco mis sueños y con ellos EL AGUACATE.