viernes, abril 23, 2010

EL INDIFERENTE COLOR DEL MAR












En un mar de inexcusables deseos, amores y palabras dulces, sin el más mínimo tacto a la verdad responsable, sin la esencia del respeto hacia el sentimiento predilecto, sin ambiguedad y lleno de sentimientos, sacrificios y fuegos de artificio. Buscando, encontrando y desmintiendo todo aquello que mis ojos van viendo, lo que el cariño blandiendo como estandarte a nuestro viento, acariciando esos pasos, esenciales y audaces, acariciando el paseo en la escena, en la calle y aquella escalera que fria en si misma, llacía, nada ofrecía y calmaba la sed y angustia. Unos mares se ofrecian, en la distancia, tecnificados por los medios, demostrando la única forma que tenia de hablar y comunicarse, de endulzar y escenificarse, ante el amor, el sexo, el cariño y la ausencia, recogiendo todo ello en lo bello de ser bella, las palabras en lo culto y las canciones en la esencia, de sus letras que explican el sentido de la vida, de lo que significan, de lo que aman y olvidan, de lo que no llega ni a ser cosita. En los mares de colores, inciertos por el viento, por el tiempo y el lado bueno de los contentos, que en el dia que llego lo incierto, lo cierto y lo perpetuo, se perdió en el tiempo, el intento y el futuro muy lento. Navegar por esos mares, al principo de esos lares, del sol único, elegido y sin contaminantes, del puerto con despertares, verdes, azules y rocas espectaculares, donde se estrella la nave, en la distancia, en lo desconocido indiferente, recogiendo la nave a la deriva, con las velas recogidas que hacen de sus gotas de agua, otro mar, otro hogar, otra vida y y navegando en busca de la querida y estimada felicidad.

No hay comentarios: