Y donde está ese tiempo? De felicidad sin fronteras, sin que nadie te mida y diga que eres persona y por ello te conformas, y sin tiempo para pensar, llorar, volar más allá, catapultar la ira de lo que no consigas, definir un segundo como una ventana al mundo, con sensaciones de temores, controles, envidias y cabrones. Y cuando llegará el tiempo del exterminio de esas ratas que en los despachos se agachan, esconden y proponen con los poderes que disponen, tirar al más pobre, a la basura en un sobre, el sobre de la impotencia con esa contundencia de cobardes sin escrúpulos por ser ellos y ellas, todos juntos ratas plebeyas, peor que de cloacas, baratas como la peor cama, la basuras de un montón de gran moñigón, que mal olientes ellas y ellos, hacen de este precioso tiempo que estoy escribiendo, el tiempo de la salvación eterna para que este mundo no tengan más condenas, como la que en situación alterna, hace la más complejas de los jefes, pareja. Para poner en la oreja del convencido por ser conocido, la del currante por ser donante de un tiempo adelante, de la mesa parlante y los negocios por corrupción constante que todos esos que hacen de su trabajo un gran queso, para repartir a los ratones, montones y sus a llegados en pretensiones, están con los días puestos, minutos tiesos y enfermedades en cantidades, por 20 puntos de menos, han hecho del tiempo su especial agonía, de cualquier día que mi feliz sonrisa, viaje por los felices parajes que al disfrutar mi cuerpo, mis tatuajes y todo mi cielo, digan que más da 20 puntos o más sin total, te van a pagar igual.
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