SER SIMPLEMENTE NOSOTROS MISMOS

Intentar aceptar nuestro modo de pensar, como queremos compartir el pensamiento, con la condición de ser humano, de que libre pensamos y no nos condicionamos, a la sociedad opresora, a los elementos de otra hora y los que sin mente y pensamiento, con antiguos condimentos, hacen de tus fallos, debilidades y errores no garrafales, el camino abonado de un sin fin de efectos personales, que en medida y en fatiga, hace un paseo de tu retina, te paras en la primera esquina y haces tu mejor sonrisa, y sonries a la vida, y te ries del chiste, que en tus fiestas resistes, por ser más fuerte que la sangria inerte, que la sangre que tu viertes, en temas que invierte, en tiempo que pierdes y en comentar, lo que pienses, cuando la acción al pensamiento, la inteligencia en movimiento y llegar hasta la cima para comparar las semillas, cuando naces, cuando te haces y ser capaces, de afrontar, la vacuidad del tiempo, la necesidad del conocimiento y el singular admirar, de todo este invento, que es la vida, de todo el trasfondo, del impulso natural y las condiciones sociales, de ser tu mismo sin obstáculos, capullos cálcicos y espantos varios. Maestros de maestros, únicos y predispuestos a ser tu sombra en ambientes que sobran, discipulos prematuros o sobrados de apuros, donde no llegan a pintar la sombra, de una monotonia impronta, donde los placeres superficiales, llenan recipientes, plasticos y mentes ideales. La intriga de tu mente, que constantemente preguntas indecentes, te marcan el camino, de la verdad y el vino, del martini con hielito y las olivas rellenas, pinchadas en buena estrella, con frio de un valle, en Viella y con los sueños por soñar, hasta nunca llegar al quere de este final, que no tiene fin, ni nombre y tampoco planteamiento, tan solo queda dejarlo al viento, sin control y al tiento, sin costuras y con posturas, de realizarnos y mentalizarnos, que somos los mejores, a pesar de los dolores, los tropezones y los delirios en contenedores. Seremos y llegaremos, donde queramos y no dejaremos, que nos envien, manden y machaquen, y si dejaremos que nos quieran, abracen y nos amen, tambien que nos cantes, que es mu bonico.