DURANTE EL SUEÑO

El sueño a temporal, se transforma en un sueño del momento, en nuestros diferentes sustentos, de un estado de ànimo, propiciado por un tren largo, todo cargado de circustancias adversas, diversas, conversas e internas. Como nuestro muy personal pensamiento en pleno condicionamiento, de la mente, de la enfermedad breve y en viaje aparente. Las facultades plenas, las sensacionales condenas, las sútiles penas, los maltrechos estados, de un buen rato, en magnífico contacto, de sensibles sentidos, de nuestra humildad permitida, nuestra sensibilidad conocida y meditación intuïtiva. Así como reflexión y la acción última, compulsa y de sueños permitidos, algunos desconocidos y de integros preavisos. Analizamos cuandos en nuestros sueños descansamos, la mente, se hace fuerte, concluyente, sin pensar en la gente y en ese estado nos preocupamos del pasado, del negativo presente y del positivo futuro, aunque incierto, quedan más sueños, más pasos y más pedazos de reflexiones, los nublados nubarrones y todos los acontecimientos, que nuestro sueño sea capaza de desembarcar, en el puerto de la realidad, la verdad y de no profanar las personalidades, que merecen muchas crudeces, sin embellecer el cielo de color pastelero, en azul, en plenitud de cabeza y sutilezas, que con los pasos que damos con la testa tropezamos, no caemos pero sin somos dueños de los sueños que en nuestro cuerpo, se dilatan, te abrazan y aclaman. Mnete positiva, sueños positivos.