MI PEQUEÑO MAESTRO

Y es una realidad mental y sensacional la de sentir que te das, te enseñan y aprendan que la vida está llena de momentos avanzados al tiempo, al crecimiento y a la de ser maestro de tus propios inventos, de los básicos conocimientos y de las sonrisas que a toda prisa crecen en tanta fresca brisa que arremeten a tus años, a tus pies helados y los veranos que con este calor derriten hasta el más pensador sin rubor y con mucho color de enseñante, caminante y dialogante. Caminar al lado del conocimiento, con cariño, de todo un niño y con certero conocimiento de ser un solido viento en el camino de su preferido siento, de sus maquinas infantiles y a veces adelantadas y juveniles, de sus respuestas a mis preguntas en los profundo de mis mentiras, de sus miradas sosegadas, en mañanas alternadas, de su fijeza y dureza cuando se enfada por nada, o con respuestas, de su saber hacer hacia el placer de conocer las cosas nuevas que para ti ya son viejas, los temas más interesantes por que a ti te va por delante, las que antaño te irrumpian en la vida de una rima y el las transforma en sentido y con formas. La filosofia infantil de una sociedad orientada hacia una muralla, gastada y penetrada, la filosofia oriental de un físico concluyente y un poder indulgente donde las palabras vuelan hacia su mente, intuidas, sorprendidas y en peliculas muy vistas, en repetidas acciones de sonrisas en multiples porciones, sonoras, sinceras y con alegria a borbotones, con ratitos de batallas sin querer ir a la playa, con arenas movedizas salpicadas de siempre su sonrisa, de saber que está y que en su palabra avanzada se encuentra la encrucijada de un conocimiento nuevo, de futuro claro oscuro por como está el mundo, de saber lo que quiere sin tener seguro el que se dedique, poeta, inventor o amante de los animales, ese es su alcance, ese su enseñante , la proeza es la esencia de su mente y de su talante, nada político, menos contingente y si muy amante de los amigos sorprendente, de los juegos maleable y de caracter muy amable, menos cuando se le toca las ganas de hacer, no quiere, no es necesario y si quiero ser humano, lo importante en la vida la humanidad y el conocimiento que tengo o que adquiero, que poseo o que enseño, pero siempre de mi pequeño maestro.