ATREVIDOS Y ACONTECIDOS

En un paso hacia un lado que tímidamente da el proletariado, que acontecen las idioteces en un sistema no arraigado, con solemnes deficitarios en cerebros desmesurados, críticos y apolillados, temerosos, contenciosos y acomodados en sillones de contactos varios, de miradas compaginadas con interinos en formación supino, con interinas complacientes y con sonrisas entre dientes, de grupos no formados con el atrevimiento acompasados de un currito zozobrado y poco acostumbrado a conflictos semiborrados de papeles a montones, documentos en aluviones y conformarse en tomarse la calma del trabajo, que me den por a bajo y salga todo como manda Bartolo con flauta y a lo loco, con tambores de fino pellejo pero de sonido viejo, de irregulares palabras en discursos repetidos y días de fiesta divinos, premios varios para aflojar al pario las velas de los cúrrelas, de las grandes y fuertes cuerdas que gritan en la injusticia de unos días futuristas, de escasos valores, intercambios de glotones y paridas a montones. Ser efectivo, afectivo y disimulativo es propio de individuos con todos los sentidos en forma de cari acontecidos, de flojeras en las orejas de oir el canto de la vieja por moraleja. Ser atrevidos está establecido por los derechos humanos, consumados y perpetrados, saber estar en nuestro sitio, currito es propicio, a negar los malos vicios, las horas perdidas en el hospicio y deambular en forma de fantasma con mala fama , por los sótanos y recovecos que nos dejan los complejos de flojos, tontos y tipejos que desvariando en su meando, creen que el rió de la vida es fatiga cerebral, calibra el trabajar y acotar el revolucionar. Acontece y se atreven los hombres sindicalistas que a veces están en una lista de carácter oscuro, llamante y mandante, de tintes fluctuantes en versos de Dante, en darte el gustazo de alzar la mano y pedir en tono revolconario, dame esto que es mi derecho sin cohecho y sin despecho, sacar pecho para la plana mayor y cogerlos por los pelos del mal menor, apretar y soltar para oír el grito de un cuidadito equiparadito con despachito en cierto sitio, grito y grito que soy un currito, con derecho a mi sitio, mi justo trabajo y acta de humano.