UNOS SUAVES GUANTES

No pierdes la sonrisa, a pesar del frío mañanero, el helador aliento de este crudo invierno, que especialmente afecta los puntos más bellos, de tu cuerpo, de tus sentidos y los que ese frío, no me deja ver, tu sonrisa hermosa, tu mirada preciosa. Tus palabras que siempre interesantes, me hacen ir a verte, conocerte y chapotear en ese estanque, en que mueves tus labios, llenando el aire de palabras dulces, de música incomprendida, tan solo para los oídos de pocos privilegiados, que como yo te ven, te sienten y protegen el espacio adquirido, con tu importante amistad, con el deseo de hacer feliz a los que, alrededor, dan y regalan, una amistad probada, una sinceras y auténticas palabras, Siendo consciente que mis labios tiemblan, cuando a ti se acercan y ellos en principal destino, estrechan los tuyos en un beso interminable, llámale de deseo, de amor o de que estamos cerca. El frío, tus manos esconden en aquellos guantes de terciopelo, de suaves deseos, de estrechos anhelos y el sentido que le quieras dar a esto. Estrechando tus manos, se me hace corto el tiempo, se oscurece la conciencia para ver que piensas y que tipo de palabras intento, invento y me salen de dentro. Describo tu frío como, el séptimo sentido, que me gustaría dejar calentito, rodeando tu cuerpo, con mis brazos, un yérsey que llevo hoy y mis besos, que en esa estación del tren que te lleva a tu destino, se me hace de largo recorrido, para acompañarte hasta que en forma de arte, el frío termine en otra parte y abandone, tu hermoso corazón para sentir el calor, de esos guantes que en tu mano y mi mano, suavizan los pasos que seguimos, en el deseo, en el tremendo sexo y en recorrer los caminos compartidos, ya sean de chocolate negro o el vermouth moreno. Es todo de sabor y calor para quitarte suavemente, los guantes tan poquito a poco, que derretiremos ese todo, que miramos y acariciamos, el todo de tu cuerpo y el todo de mis labios. JJ