El milenio como el tiempo de este invierno, nos trae gustos para todos, nos hace palpitar la vehemencia, pensar en la conciencia y calcular el relax en una música india, tibetana o simplemente céltica. Las sesiones de cine con palomitas, dulces o saladas, dulces para endulzar tus besos saladas para acariciar tu cuerpo, también las hay con mantequilla suaves y melosas para entre película y película, regalarnos mil rosas, para entre risas y cosquillas nacer al nuevo día, sesiones maratonianas de diez o más ventanas, sesiones de tolerancia al frío y calor mutuo, entre palomita salada y dulce, casi nada, la distancia apenas habla, las miradas entrecruzadas, el aire que genera esa película, altera la vida de los artistas, entre caricia y caricia haces de un guiño o una media sonrisa, el deseo de un día o de muchos ratitos. Que sabor tiene al final, dulce o salado? Dulce por que también me seduce y salado por que te gusta y por probarlo, tus labios.
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