Y sonrio para ti, para tener mi rincón por si llorar se hace individual, por si las lágrimas recorren otras caras que no sonrien pero si perciben la superficie de un instante, triste, distante por si mi cara concreta sus paseos de anacoreta, por los colores de sus piernas, por los dedos de magenta, por los labios que progresan hacia una canción protesta, por que soy persona que porta la cresta, de pensador empedernido, ante muchos de mis amigos, en el desconcierto de los enemigos, en el picor de un mosquito, en la bola de cierto juego que rodando y tirando haces plenos con un hasta luego, que mirando y saludando sonrie en un mismo invierno, y sonrio para mis interiores sin querer tirarme flores de siempre para los amores, de tiempo en tiempo, de paso en paso y muy despacio, gris quizás, bello y ausente, como el delirio y el ansia en una sola mente, donde llueven palabras y se cuelgan telarañas, donde un cuerpo bebe de la fuente del que tiene, placer entre sus bienes, existencia entre sus labios, los gritos y los jadeos, los silvidos y balbuceos, que debo, que bebo, que siento, sonreir para ti, es sonreir para el mundo, quizás en un columpio, quizás es lo único, vivir o morir en la sonrisa diferente, vivir sin ser feliz es rio influyente en las aguas más profundas de los poemas más amantes, de los cuentos de mucho antes, de las que asi se lo hacen, sonreir, predecir y existir que ya es bastante.
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