LA ECONOMÍA, UN MERCADILLO

Hay en este mundillo de la economía de mercadillo, un sin fin de opresores, mangadores y timadores, de la ingente mayoría, de los hipotecados todavía, los que con la ilusión de un techo con pasión, con autonomía y según me distraía, me contaban en cualquier caja, banco o panadería que este tipo de economía pasajera y de unos días, repercusión tendría, hacia la gran batalla austera, del comer como para alimentarse, de beber como para hartarse y sobre todo joder al que cualquier martes, la mente mantequilla se le hace, con un suspiro le venderán su parte y así con la cadena con mucho arte y de lo que no se paga, se llevan lo que no hagan, para llenar el arca de no es, lo que representa lo que si es. Sencillamente dice carta en mano, que las grandes inyectadas de pasta a las bancas, se hagan a los currantes, los paganotes y todos aquellos que poder podían pero ahora les han dado un buen golpe. Es que no dejaran nunca de trucar la murga, de políticas de mercado, los grandes grupos aliados y sus masas de pasta, con años de ya basta, chupando, absorbiendo y dedicando, hasta el último aliento, la paga e verano, las salidas de los sábados y todo lo que otros consideran sobrados, no os preocupéis, existen los comedores sociales, donde podéis ir comer, recoger y ser un personaje más que la vida se nos va a escapar, para bien de algunos y algunas, de todos los que entienden la pirula, como economía de mercado, economía del burlado y paganini que estamos anchos, y hasta que no nos aprieten el cuello, y se nos vean los pensamientos, no pararan, sin reflexionar, que existen los demás para algo más, además de pagar, aportar y cargar con la base de la vida que ni es economía, tampoco pretendía y sobre todo paciencia, que cualquier día, encontramos esa vía que el amor nos diga, la vida es de otra manera, para el que bien espera si no desespera, comiendo una buena pera, ofrecida por la mano amiga, en eso si, cualquier día.