EL CARAMELO FIEL
Es un dulce caramelo, azucarado y suave, en todas sus lineas, brillos y cosillas, ovalados, cuadrados y de formas variados, de sabores diferentes sin accidentes, acidulantes y suavizantes, básicos, enfáticos y con palillos para chuparlos, achocolatados, de limón afrutado, de fresa deseado y con toda la salsa de un buen bocado. De mieles sabrosas, de nata pegajosa, de piruetas muy redondas y de todos los caramelos, que uelen en una tendero. Hablamamos de paladares sublimes, con placeres incontenibles, de olores especiales, de inconfundibles cantares, de comerse un caramelo con el placer sin freno, el placer de un sabor nuevo, la felicidad y lo bueno, de sentidos que detecten, lo potente y lo ingrediente, quizás y a veces un tanto contundente. Es el caramelo un elemento sugerente, por lo de saborearle o simplemente por ser miel adorable, de monográficos envidiables, hacen del caramelo, un vehículo certero para deseos postreros, sin sabores austeros y pretendidas canciones, de muy dulces entonaciones, dode la marca, el papel de plata y los brillos de pasta, hacen del pirulí, la mejor imitación de un colibrí, en sus ambientes y perfil, enérgicos movimientos, de empujes y hostigamientos, pero siempre con el dulce y presumible, buen sabor, de un caramelón, de los que levantan pasión y no usan papelón.
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