miércoles, septiembre 10, 2008

¿ EL PUENTE SOBRE EL DIA QUE...?

Y un grupo determinado, ensemismados en la tarea de hacer la guerra, su particular pelea, de comodos plazos, en los descansos, en los repasos que el cuerpo, daria a un plazo, en los equivocados y sonoros capazos, de voces y ronques, de viajes y no tienes, en extensos anillos, entrelazados, falsos y polucionados, en las sonrisa que saben a risa, a vacias prisas y conversaciones palizas. A los que acompañan el canto de la muerte, la muerte vacia, de cualquier día, sin avisar, sin torcer los planes de futuro, que dentro de cada uno, ha formalizado, aconsejado y clavado. Sin avisar de que me voy, sin paginas de hoy, sin libros del mañana, donde recocer la labor encauzada, es preciosa, comprensible y temerosoa, la mente extraña, que enmaraña toda esa patraña de fiestas a mansalva, de descansos natos, de aburrimientos netos, de siluetas planas, con las heridas piensan, y aprietan, en cada una de las grietas que cada cual ostenta, cada uno, amena, sin dar clavo y golpe, por ser torpe, la mente de sobte. Sigue el ritmo, de este cataclismo, de pensamientos muy antiguos, demasiado ambiguos y con cierto cinismo, que muchos emplean en tiempo de màxima crisis, económica, en tiempos de periodos inciertos, de monedas falsas y escasas, de bolsillo abierto a todos los aciertos, de dejar la pelota un tanto rota, para intentarla votar, sin repararla, total, con el agua al cuello y la mirada, en andaduras siempre al suelo, el suelo de unos días, de un puente cualquiera, que si colgante fuera, pasarian las/los valientes, los/las indulgentes y sobre todo, los grandes amantes del colgante aliciente, que para eso se suda por la frente, en contingentes continentes y en la fiel promesa, de ser una astuta calleja, a la que ir de fiesta, pasear la perra y obstruir un sin fin de tierra, para no dejar de socavar, en los pensamientos de los demás, ajenos a los acontecimientos, perplejos por los cimientos, de una obra simple, potente y tan larga como un puente. ¿Mira que somos obedientes, eh!?

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