Siempre es especial, siempre será emocional, lo que el corazón me dice, me canta y me insiste, eternamente dicen que no existe, el amor, la juventud en tu cuerpo aunque no es así en nuestro cerebro, las enfermedades, las pretendidas represiones, la libertad de algunas expresiones, la penosidad al pensar en que existen los demás para servir a otros más, la música que a veces escuchas con límites en la ducha, los besos y abrazos que siempre extraño y a los que me remito siempre pidiendo poquito, el conforme de un informe, del día y la hora que ausencias se lloran, en las clarificadas estonas donde hacen del tiempo, lo más pasatiempo, de ocios resonantes, importantes e interesantes, para distraer esa mente que privilegiada ella, va deambulando con velas, ruedas y piernas, andantes que para si llegan antes, las ruedas que te llevan al diario te esperan, en cualquier pensamiento, fundamento e inventos, para una felicidad sin fingir, más allá, casi total y en leyendas de las contiendas, de valientes y sinceras, las palabras, las simples causas, las pasadas que no esperabas y los efectos, que en ti dentro van tomando ese cuerpo que necesitas para llegar a cualquier cita, de la vida, de otra vida y traspasar las risas que la tristeza prueba y a veces nos quita, pero sintiendo el amor que te sienten, tu sientes ser obediente, con tu claro presente y lo que al mirar la luna en toda su inmensa espesura, hace de ese sol especial poesía pura y un siguiente día mejor.
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