LA FUSIÓN DEL AMOR

El amor es la fusión activa en la otra persona, en la que la unión satisface mi deseo de conocer. En el acto de fusión, te conozco, me conozco a mí mismo, conozco a todos y no conozco nada conozco de la única manera en que el conocimiento de lo que está
vivo le es posible al hombre por la experiencia de la unión no mediante algún conocimiento proporcionado por nuestro cuerpo, sonoro invento o por la mente obediente toda en ella, complaciente en una misma corriente de sentir paciente, la necesidad de amar, ilusionar no tan solo en el plan sexual, por que eso si es una expresión sin igual, amando lo que nos andamos, nadando lo que nos bebemos y placiendo lo que las cabras y ovejas, el placer de la pradera en sueños y maneras, en rehacer la epopeya del lujo del cariño, la riqueza de la compasión, la torpeza del odio y la tristeza de la infelicidad, cosa sin igual si nos atenemos a lo reconocido, nuestro pensamiento increíblemente supino, divino y sensitivo, nuestras sensaciones de placer, para tomar el té, café y prealineé. El amor en particular es signo de madurez, los psicólogos opinan que general, los ociologos que monumental, los sexólogos que básico y pasional, los que comen uvas, románico, los que escriben y se enternecen, románticos, los que hacen el amor por donde les parece, audaces y memezes, y los que aguardan el momento, único y primero, sincero y con sabor a cariño, como te mira un niño, como inicias el raciocinio, como te comes un tocinillo, sin prisas con pausas y amor de causa. La fusión del amor con las palabras, en las distancias sin causas, en la intimidad sin torpezas, en la ansiedad sin flaquezas, en lo paranormal sin rarezas, el amor de dos, o tres, o cuatro y quizás más es amor sin retratos, sin alegatos y muy particular, fusión de dos lo contrario, amor de dos fusión de un tu, de un yo, de un lugar, determinado, de un día, de una hora quizás olas, olores y sabores, quizás besos pero amor sincero por favor con mucho sentimiento.